AUDIOGUÍA
La ermita de San Andrés se encuentra en uno de los lugares más céntricos del pueblo: la plaza conocida como Llano de San Andrés. En ella podrás contemplar también el edificio del Pósito (hoy convertido en biblioteca pública) o la casa de los Rangel. Es muy probable que este fuese el núcleo fundacional de Aceuchal, hacia 1327, por lo que se especula que pudiese haber sido la primitiva parroquia del viejo asentamiento medieval. Sin embargo esta teoría no está confirmada documentalmente de manera fehaciente. Es aquí donde radica la importancia del edificio: es el más antiguo del pueblo y el único de estilo mudéjar. Aparece registrada en 1492, aunque su edificación debió de ser anterior. Al principio presentaba cubiertas de madera y teja a dos aguas, sostenidas por arcos de ladrillo.
Al exterior presenta un aspecto sólido y macizo al que contribuyen los contrafuertes que sostienen la techumbre. El interior sorprende por el uso del ladrillo (típico del mudéjar), algo que la convierte en un edificio tremendamente singular en la población. Se compone de una nave, distribuida por arcos fajones en cuatro cuerpos que se cubren con bóveda. El presbiterio, con cúpula y linterna, es un añadido barroco posterior. En el muro izquierdo, entre los contrafuertes, se levantaron unas dependencias que se usaron, durante el siglo XX como carpintería y escuela.
En el interior destaca el cuidado retablo barroco del siglo XVII. Se compone de banco o preleda en la parte inferior, un cuerpo y ático, estos últimos separados por un friso partido. El primer cuerpo se divide en tres calles separadas por columnas salomónicas. En la calle central se encuentra la hornacina con la escultura de San Andrés, obra destacada del siglo XVII y que se ha atribuido al taller zafrense de Salvador Muñoz o Francisco Morato. El apóstol aparece agarrado a la cruz en aspa, símbolo de su martirio y con el libro y los peces (en referencia a su oficio de pescador) en otra mano. A la derecha se encentra una pintura representando la imposición de la casulla a San Ildefonso mientras que a la izquierda aparece San Francisco. En la parte central del ático se representa a la Santísima Trinidad, enmarcada por dos pilastras y un friso.
En la ermita podemos contemplar otras imágenes, aunque sin duda la que más misterio guarda es una pequeña talla de la Virgen con el Niño en brazos, bajo la advocación de Virgen de la Salud. El esquema compositivo sigue ciertos modelos sevillanos del siglo XVI, lo que ha permitido datarla en torno a esta fecha. Llegó a la ermita proveniente de una donación particular, que afirmaba que había estado escondida durante un tiempo. Al restaurarla la sorpresa fue mayúscula, pues todo apuntaba a que la Virgen había sido quemada casi hasta ser convertida en carbón en algún momento que no se ha podido determinar.
En la plaza se suele celebrar una fiesta, venida a menos en la actualidad, el 30 de noviembre, día de San Andrés. En Aceuchal este día marcaba el inicio de la temporada de la matanza tradicional del cerdo, a diferencia de otras áreas más frescas donde viene marcada por San Martín (11 de noviembre). La fiesta de San Andrés pertenece a lo que en etnografía se denomina “ciclo festivo de invierno”, por lo que el eje central de la celebración es el fuego, con grandes hogueras en los alrededores.
Resumen
La ermita de San Andrés es la única de origen medieval en la localidad. Levantada a finales del siglo XIV o principios del XV, se especula que pudiese haber sido la primera parroquia de Aceuchal. Está construida en estilo mudéjar, y presenta un aspecto sólido y macizo. En su interior se custodia la imagen de San Andrés, obra del círculo de Muñoz o Morato y una de las mejores producciones barrocas que se podemos encontrar en la población. En el retablo podemos contemplar también las tablas de la imposición de la casulla a San Ildefonso y San Francisco.