AUDIOGUÍA

Respecto al origen de esta ermita debió construirse muy a finales del siglo XVI, pues la primera referencia que hemos encontrado es de 1604, aunque el edificio actual es posterior. De fábrica sencilla, presenta una sola nave abovedada, de poca altura. Esto le da un aspecto achatado y macizo. Se accede desde un lateral (es la única en la actualidad con esta característica) y posee una espadaña a los pies del edificio, que se encuentra rodeado por un perímetro murado. En el interior alberga dos imágenes relevantes. Por un lado la de San Antón Abad, al que se representa como un hombre mayor con el hábito de monje, el libro de reglas de los antonianos, el cayado y la jabalina o cerda a sus pies. Ésta alude al milagro que obró al devolverle la vista y las extremidades a un lechón. San Antón es el patrón de enfermedades como el ergotismo (conocida como “Fuego de San Antón”) y protector de los animales.

Por ello cada 17 de enero se sigue celebrando en el entorno de la ermita la fiesta de San Antón, donde se lleva a los animales para ser bendecidos, se hacen “candelorios” y existe la tradición de dar tres vueltas a la ermita para que no duela la tripa el resto del año. Antaño fue una fiesta muy relevante debido a la importancia de las caballerías en el trabajo del campo, por lo que acudían engalanadas a la ermita con arreos exclusivos para esas fechas. En Aceuchal se recoge un refrán que dice Por San Antón toda el ave pon, y si no pon… ¡pum!, que se refiere a la necesidad de renovar las aves de corral a inicios del año.

La otra imagen venerada en la ermita es la de Santa Bárbara, protectora de las tormentas. Es una imagen barroca con un curioso estofado que representa a la santa sosteniendo una torre en la mano izquierda y un bastón en la derecha, aunque originalmente portaría una palma como símbolo del martirio al que fue sometida. Tradicionalmente se encargaba de su culto una mujer que debía ser soltera. Cuando se desataba una tormenta se salía a pedir limosna con una campanita, por aquel refrán de La gente solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena.

Resumen

La ermita de San Antón Abad da nombre al barrio que la rodea. Construida a finales del siglo XVI, alberga en su interior la imagen del santo eremita, en honor del cual se celebra cada 17 de enero una fiesta en la que los animales tienen gran relevancia y en la que, recomiendan los mayores, se deben de dar tres vueltas a la ermita para evitar el dolor de barriga. En ella se venera también a Santa Bárbara, protectora de las tormentas, a la que se le reza aquello de:

Santa Bárbara bendita que trae el sol y el trueno quita.

En el cielo estás escrita con sangre y agua bendita.